
“El Aprendiz” es un modelo de concurso que nació en Estados Unidos en el año 2004, el empresario de éxito escogido fue Donald Trump, aquel que en sus mejores tiempos tuvo su propio Boeing. Su función era la de escoger entre 15 aspirantes al más capacitado para acompañarle en una nueva oportunidad de negocio.
Cuatro años más tarde, el mandamás de La Sexta decide llamar a uno de los empresarios con más solera del S.XX en España para proponerle un programa análogo. El afortunado es el creativo español Luis Bassat, que decide aceptar el reto.
Este es solo un ejemplo más que pone de manifiesto que la producción televisiva americana nos influencia con sus contenidos. No sólo en los programas y series de dibujos animados. Muchísimas series de ficción llevan ya mucho tiempo colándose en nuestras parrillas de forma masiva. Bones, Perdidos, House, Heroes, Buffy, Embrujadas, Kyle XY, Verónica Mars…etc. Y todas ellas son las más vistas.
Pero la televisión made in USA no solo ha influido en la programación de ficción. Los contenidos informativos están viviendo en su mayor parte del influjo basado en el espectáculo que está exportando CNN al resto del globo.
En el lejano oeste, en el país de las oportunidades, son los verdaderos reyes del confeti, los mejores en superproducciones cinematográficas, inventándose conflictos y haciendo saltar depósitos de gasolina por los aires. Así pues no es de extrañar que sean los más comerciales haciendo televisión. Las campañas electorales también son pura puesta en escena, pero este apartado se merece un artículo especial.
Diego Celma Herrando
Imagen: mediaherald-dispacth